Como mis compis del curro no saben leer castellano, Windows_8_logolo que voy a decir no se considera peloteo 🙂

Windows 7 ha sido una experiencia genial. Mis compañeros de trabajo son inmejorables: son amables, aprecian mi trabajo, nos comunicamos genial, jugamos mucho al futbolín… La verdad es que hemos formado una piña de lo más heterogénea: dos chino-americanos, un indonesio, tres hindú-americanos, un español (yo! ^^), un par de búlgaros, unos cuantos americano-americanos…

La verdad es que me da pena que Windows 7 se haya acabado y no podamos seguir con la piña, y ese es un sentimiento generalizado en mi equipo. Pero bueno, todo lo que empieza se acaba, y creo que es un buen momento para llevar mi carrera profesional a otro nivel.

Hasta ahora, mi carrera profesional es sinónimo de XPS. Aunque no de continuo, he estado en XPS desde 2006, ayudando en la creación de la especificación (que hace poco fue estandarizada!!), en la creación del visor para XP, Vista y Windows 7 y sobretodo en la creación de la API nativa que hemos incluido en Windows 7. Con Windows 7, creo que XPS ha cerrado una etapa: tenemos un visor más que decente, un modelo de programación nativo y otro en .NET, un camino de impresión nativo en XPS y ya existen algunos modelos de impresoras que entienden el formato XPS.

Todavía queda mucho que hacer: por lo pronto, dar soporte a Open XPS en el futuro es algo que me viene a la cabeza como algo que no estaría mal tener. Sin embargo, creo que ya hay una plataforma lo suficientemente completa como para que despegue con éxito, y que dentro de unos años cuando imprimáis algo – ya sea un documento de Word, un plano de Autocad o cualquier otra cosa – la tecnología que haga eso posible sea XPS.

Así que creo que es el momento de cerrar mi primera etapa en el mundo laboral y embarcarme en una nueva aventura, y por eso hace poco acepté un puesto en un nuevo equipo para la siguiente versión de Windows (8?). Obviamente, no puedo contaros de qué va el equipo, pero sí que puedo deciros que estoy emocionadísimo de poder estar ahí. Al contrario que XPS, que es una tecnología de la corteza de Windows, mi nuevo equipo es completamente nuclear (y no, no estoy insinuando que me he metido a trabajar en el kernel).

La misión que tenemos por delante es difícil. Muy difícil. Tan difícil, que no me cuesta admitir que el equipo tiene mucho potencial para el fracaso. Sin embargo, también creo que si nos va bien, podemos estar asentando el estándar para XXXXXXXXXXX [auto-censurado, ¡lo siento! ^^] para los próximos 20 años. Y la verdad es que estoy rodeado de la gente más brillante que jamás he visto.

En cualquier caso, sea un fracaso o no, lo que tengo clarísimo es que voy a aprender una burrada de mis compañeros. Y si va bien, entonces tendré la satisfacción de haber sido parte del equipo creador de una tecnología que la mayoría de los informáticos usará o conocerá.

¡No sabéis las ganas que tengo de empezar a trabajar en mi nuevo proyecto!